Linda Hadj

La danza oriental y el crecimiento personal son mis dos grandes pasiones.

Soy un espíritu libre, guiado por la curiosidad, el arte, la sensibilidad y la creatividad. Hija de padre argelino y madre croata, crecí rodeada de diversidad cultural, lo que despertó en mí, desde muy pequeña, una profunda fascinación por la música, la expresión corporal y la conexión entre culturas.

A lo largo de mi vida, he explorado diversas disciplinas como el karate, el modern jazz, la danza contemporánea y la gimnasia artística —en la que fui campeona en varias ocasiones—, pero ninguna me ha tocado el alma como lo hizo la danza oriental.

Desde el año 2001, me dedico por completo a esta maravillosa forma de arte que no solo embellece el cuerpo, sino que también transforma el alma.

En 2014, fundé mi propia escuela: Linda Danza, un espacio dedicado a compartir esta pasión, fomentar la creatividad y cultivar la conexión cuerpo-mente-emoción.

A lo largo de los años, he participado en espectáculos y giras en ciudades como París, Orán, Barcelona, Gerona y Sevilla, entre muchas otras. Me encanta actuar, contar historias que emocionan, divierten y hacen reflexionar. Cada actuación es un regalo que entrego con amor y gratitud a mi público: un instante mágico, único e irrepetible.

Además de mi faceta artística, me he formado como practitioner y máster en Programación Neurolingüística (PNL), lo que me ha permitido integrar herramientas del desarrollo personal e inteligencia emocional a mis clases. Mi propósito es acompañar a mis alumnas en un viaje profundo hacia la armonía interior, ayudándolas a reconectar con su poder, liberar su expresión auténtica y mejorar su bienestar integral a través de la danza oriental.