Mi principal objetivo es que mis alumnas se sientan a gusto en las clases, que aprendan a cuidarse, tanto a nivel físico como emocional, que disfruten del ambiente festivo, acogedor y que vuelvan a casa con más energía y autoestima.
Disfruto muchísimo impartiendo clases, ver cómo mis alumnas aprenden, evolucionan, crean nuevas conexiones y descubren partes olvidadas de sus cuerpos o que ni siquiera eran conscientes de su existencia.
Me alegro cuando veo que en sus caras se dibuja una sonrisa de satisfacción y alegría de haber compartido en grupo risas y logros, caras que aparecían a principios de clase tensas o cansadas de un día de trabajo pero que se transforman poco a poco a medida que avanza la clase llenándose de luz.